26/7/15

Boicot a la Austeridad


Publicado en Diariodiagonal.net  el 16/07/15

Corría el año 1880 y hacía siglos que los británicos eran dueños de Irlanda. El capitán, Charles Boycott administraba las fincas de un terrateniente absentista inglés en el Condado de Mayo. Mr. Boycott vivía aquellos días con sorpresa e inquietud en su caserón de campo: Hacía semanas que era incapaz de conseguir que alguien trabajara sus tierras, además los comercios no le vendían comida y el cartero dejó de llevarle el correo. Boycott había llegado a esta situación por su comportamiento abusivo y despótico. El viejo capitán se negaba a rebajar los alquileres que los paupérrimos jornaleros pagaban a su señor en Inglaterra, y la Liga Agraria Irlandesa emprendía esta serie de acciones de corte pacífico para hacerlo ceder en su tiranía.

El viejo capitán, que era tremendamente testarudo, contrató a jornaleros del Ulster y a un pequeño ejército de agentes de la policía real irlandesa que los protegiera, para recolectar sus cosechas; cosa que consiguió, pero el collar le costó más que el perro. El terrateniente absentista le retiró su confianza desde London y Boycott tuvo que volver a Inglaterra con la lección bien aprendida y su victoriano rabo entre las piernas. El ya por entonces prestigioso periódico londinense The Times, se hizo eco de la derrota de Boycott y usó su apellido para describir la novedosa medida de acción política.

Boycott cazando no sé qué.
El boicot, una pacífica forma de lucha, totalmente legal y como se demostró en la India de Gandhi o en la lucha contra el Apartheid surafricano, poderosamente efectiva. Sin embargo, me resulta curioso observar cómo las izquierdas ni por asomo han considerado esta medida de presión, ante la fiebre neoliberal que nos asola. Sabemos que el núcleo duro de los países que abrazan la dichosa “austeridad” como forma de relación con el sur de Europa son: Austria, Finlandia y Holanda con Alemania al frente, como reina y capitana absoluta.  Porque es así amigos, nuestra antigua amiga teutona es ahora la del pacto socialista-conservador (SPD-CDU), una auténtica forofa de la austeridad hacia los PIGS que somos; de hecho, tres de cada cuatro miembros del Bundestag (el 80% de sus parlamentarios) nos quieren “austeros” y lejanos. Nuestra vieja amiga germana representa en la actualidad ese norte que nos ahoga económica y socialmente. A nosotros, pobres dependientes sureños que “reconvertimos” tiempo ha nuestra producción industrial, agraria y pesquera por amor a la UE. Este núcleo duro europeo, esta Alemania family que interviene nuestras “inocentes” democracias meridionales, nos condena a la hostelería precaria (con suerte) y humilla despiadadamente a pueblos imprescindibles como el griego.

Resulta, cuando menos, chocante que la segunda balanza comercial más deficitaria que padece el estado español es la que afecta a nuestro comercio con Alemania, nuestro principal acreedor (-10.051,6 millones de euros en 2014); y esto es porque le compramos mucho, muchísimo, una barbaridad: Sólo en 2014 nos gastamos cerca de 36.000 millones de euros en productos alemanes. Imaginaos si a esto sumamos nuestros depósitos e hipotecas en el Deutsche Bank o en el fresquísimo banco holandés ING Direc. Este amor material por nuestros verdugos evidencia la falta de información de la ciudadanía y a mi entender, la admiración tradicional de la España diestra por la cosa teutona y el respeto ancestral de la zurda hispana a la Alemania sesuda, representa hoy en día por Merkel y su todopoderoso sanedrín.

El caso es que las izquierdas peninsulares difícilmente llamarán a boicotear la compra de productos provenientes de Austria, Holanda, Finlandia, Alemania... Me temo que, incluso después de lo sucedido en Grecia, seguirán basando sus acciones en timoratas políticas keynesianas recogidas en un programa de “gobierno desde la oposición”. La izquierda no se atreve a contestar de manera contundente al foco neoliberal del terror impuesto. No esgrime las armas que aún permite a la gente de a pie combatir todo este despropósito, esta afrenta diaria al sentido del bien común. Los neocons vienen pisando fuerte, deshumanizadamente y sin contemplaciones para con los ciudadanos del sur, que aún creen que eligen a sus gobiernos soberanamente. Pienso que es hora de apuntar al “nido de las águilas” de la austeridad y atacar dónde más les duele: Sus productos, su cartera

24/6/15

El Zapatazo


18/06/15 · 8:00
ImprimirEnviar por e-mailVersión PDF+A+A     
Ostracon con en el nombre de un desterrado al ostracismo.
Con la aprobación, suponemos que mayoritaria, del pueblo ateniense, Clístenes fue el introductor de la democracia en Atenas, allá por el el 508 a. C. aproximadamente. Para ello creó las bases del nuevo estado basándose en la isonomía o igualdad de los ciudadanos ante la ley. Asimismo, concibió la ley del ostracismo, para evitar en lo posible todo intento de retorno de la tiranía.
El ostracismo, consistía en un mecanismo de autodefensa popular, mediante el cual, cada año unos 6.000 ciudadanos y ninguno mujer o esclavo, por cierto, se reunían en asamblea solemne, para proceder a una curiosa votación. En dicha elección, cada ciudadano escribía en una concha de barro u ostra (ostracon en griego) el nombre de su candidato. El elegido u “ostraquizado” debía abandonar Atenas antes de 10 días, para permanecer en el exilio durante 10 años.
Este procedimiento, aunque parezca muy duro, no era otra cosa que “un simple voto de confianza política: no constituía una pena judicial, ni un condena penal”. El exilio no era nunca permanente, el desterrado no perdía jamás sus derechos como ciudadano y podía incluso ser perdonado por la ekklesía.
Al ostracismo fueron condenados grandes personajes como el político Hiparco o Jantipo (padre de Pericles). Según parece, el último condenado fue un notable demagogo ateniense llamado, Hipérbolo, en el año 417 a. C.
Sirva esta introducción para recordar nuestra situación ante la vieja guardia peninsular, nuestros particulares tiranos democráticos, las estirpes de toda la vida. Porque resulta evidente, ante el éxito de las nuevas políticas galopantes, que vamos a ser testigos de una serie de acciones desesperadas, que dejarán lo del actual "Zapatazo" tuitero a la altura de un comino. Considero que para la epidemia desinformativa venidera, sería muy conveniente hacer lo contrario a ellos: conservar la calma e informarnos antes de emitir exabruptos. prontos viscerales, tristes opiniones (por simplistas) como muchas de las aireadas por más de una mente progre y preclara. 
No aprendemos y seguimos linchando a todo el que aúpen a los titulares de ese humilladero nacional, que son los grandes medios de comunicación españoles. Estimo que ahora, más que nunca, debemos contrastar las fuentes, buscar lo más parecido a la verdad y desconfiar de aquel "profesional" que se atreva a mentirnos. Abogo por condenar al ostracismo a los desinformadores, desterrarlos de nuestras vidas, cambiar de canal cuando aparezcan vendedores de cizaña como Eduardo Inda o Francisco Marhuenda, ignorar las barbaridades de plumillas como Antonio Burgos o Francesc Serés, o pedir educadamente el cambio de emisora del taxista o quien fuere, cuando voceros como Carlos Herrera, Sáenz de Buruaga, Jiménez Losantos… viertan su ponzoña. Ellos, que son muchos y gritan tanto, sin las personas no son nada. Sin polémica enmudecen, marchitan, desaparecen. Quiero creerlo así. Quiero vivir sin ellos. Mi ostracon ya está echado y lleva sus nombres.

28/2/15

Por un Canal Sur comprometido con la cultura de Andalucía


Con las elecciones al Parlamento de Andalucía a la vuelta de la esquina, queremos recordar el cuarto de siglo de Canal Sur sobre la tierra. 25 años bastaban para hacer una radiotelevisión pública de calidad, cosa que no se ha conseguido. Ni por asomo. Hoy, al ver Canal Sur tv o al escuchar la radio-fórmula   Canal FiestaRadio, la sensación es que la Radio televisión Andaluza (RTVA) no ha crecido mucho más allá de sus esperanzadores primeros pasos.

Somos una parte muy amplia del sector cultural andaluz la que comprobamos, ahora con más asombro que nunca, la decidida apuesta de la RTVA por formatos rancios o puramente comerciales en todos sus canales ¿A qué se debe la lejanía de la televisión andaluza con la cultura no oficial, que es la inmensa mayoría del sector? La industria cultural andaluza es la más rica y poblada de España. Uno de los principales reclamos con que los múltiples gobiernos de la piel de toro atraen a los millones de turistas que nos hacen sobrevivir. La cultura andaluza, de hecho, aporta, aproximadamente, el 40% de los ingresos de SGAE, por ejemplo. Pero con este dato no buscamos ser rentables para el ente público, que conste. Simplemente, subrayamos que en contra de la lógica más productiva, la RTVA no nos representa, ni nos ayuda y mucho menos nos seduce. Porque en Andalucía ya somos legión los músicos, artistas y amantes de la cultura en general, que no podemos identificarnos un ápice con ‘La Nuestra’ y su inamovibles formatos del ayer. Y nos resulta obvio entender que ambas partes deberíamos ir cogidas de la mano, haciendo ‘marca’ de la grandeza cultural de nuestra tierra.

La enorme herramienta cultural que nos supondría Canal Sur tv y radio a los músicos, artistas y andaluces en general, no puede despedazarse en manos de directivos o políticos interesados y a menudo, incompetentes. Estos, con su inacción continuada durante lustros, han condenado al ostracismo, tanto a la diversidad cultural andaluza, como a la creatividad más interesante de nuestra tierra. Y con esto no nos referimos a las vacas sagradas de la foto oficial de la Consejería de turno.

El servicio cultural que se presupone al ente público andaluz, sobre todo el destinado a nuestros jóvenes (hasta los 50 años o más…) es prácticamente inexistente. Se  limita a programas puntuales perdidos en las parrillas de la madrugada y ahora más que nunca, necesitamos una RTVA independiente y de calidad, que cumpla con el servicio público esencial, que huya de la mercantilización y la desidia a la que está actualmente sometida. No es mínimamente entendible si no, que una cadena pública como Canal Sur radio (Fiesta o lo que sea...) se mantenga como pura y dura radio fórmula. Exigimos que Canal Sur se erija en modelo de servicio público, para la difusión de una cultura de calidad en Andalucía. En la línea de otras emisoras públicas autonómicas, como las ya existentes en Cataluña, Euskadi, Galicia, Extremadura o la misma RNE 3. Como músicos, creadores y ciudadanos estamos comprometidos con la cultura de nuestro pueblo, y este manifiesto significa un pacto entre todos y cada uno para cambiarlo. Porque la música y la cultura nos son indispensables y mucho más, aquella que se gesta en nuestra tierra, Andalucía.

Fdo: Plataforma Sevilla Sound
(Colectivo compuesta por más de 20 bandas de la escena musical sevillana, entre ellas, Los News, Miraflores, Santacruz, Los Sentíos, Chencho Fernández band, Tremolina y muchas más…)
 

23/2/15

Lilith, la diablesa de la polución nocturna


La camiseta Lilit o Lilith es una figura legendaria del folclore judío que, a mi humilde entender, demoniza la liberación de la mujer: Se la considera la primera esposa de Adán, bastante anterior a Eva. Según la leyenda, que no aparece en la Biblia, Lilith abandonó el Edén por propia iniciativa, buscando su independencia e instalándose junto al mar Rojo. Allí terminó uniéndose con otras alimañas y con Samael, que convirtió en su amante.

Con el tiempo, Lilit se fue transformado en un demonio que por la noche rapta a los niños de sus cunas (otro más) además de comenzar a influenciar e interferir en los sueños de los varones, incitándoles a que tuvieran sueños eróticos. Se trataba de que estos  derramaran su simiente, la cual ella utilizaría para crear a sus hijos y continuar formando su legión de demonios (los lilim). De ahí procede la creencia en los súcubos. Vamos, que es esta chica-demonio la responsable de las poluciones nocturnas de toda la vida.


Se la representa con el aspecto de una mujer muy hermosa, con el pelo largo y rizado, generalmente rubia o pelirroja, y a veces alada. Así que ya saben, por el bien del pueblo elegido y del mismo hombre del saco, sufridor directo del intrusismo de la moza, alíviense con mano izquierda y a diario, que la lefa ensoñada se adivina perjudicial y maldita.

17/2/15

El popular monopolio del aceite usado de Sevilla

El recetazo del monopolio anunciado. 
El excelentísimo dedo del alcalde Zoido sostiene el monopolio del reciclaje de aceite sevillano El recetazo del monopolio anunciado.


Hace un par de años, el periodista y promotor del Mercado Gourmet de la Lonja del Barranco de Sevilla, Carlos Herrera vaticinaba en un insólito artículo ecologista: “Un día de los corrientes les tengo que hablar de Biouniversal  y su creación de sistemas de reciclaje y recogida de aceite doméstico que tanto atormentan a los ayuntamientos que deben depurar las aguas residuales".

Pues bien, no hizo falta que Herrera volviera a introducirnos palabra sobre sus admirados emprendedores de Biouniversal S.L. La empresa hablaba por sí sola, y cómo lo hacía… Biouniversal monopolizaba en muy poco tiempo el servicio de recogida y reciclaje de aceites de media bahía gaditana (Cádiz, Puerto Real, San Fernando…). Los hosteleros sevillanos, sin embargo, entregaban su aceite usado a determinadas empresas de reciclaje privadas a cambio de una contraprestación, que podía ser económica o de limpieza y mantenimiento de sus máquinas. Pero desde este último verano y de forma 'caprichosa', se sumaba a la causa monopolista el ayuntamiento hispalense. El alcalde Zoido, a través de la empresa pública municipal, Lipasam (y en cuya web no aparece nada al respecto), obliga a ciudadanos y hosteleros, bajo pena de multa, a entregar sus aceites usados a la susodicha Biouniversal. Tal y como lo oyen, nuestro aceite, por muy sucio y frito que esté, sigue siendo nuestro. Pero desde el consistorio se nos fuerza a llevarlo al contenedor patentado por dicha empresa. El negocio no puede ser más lucrativo: Los sevillanos apoquinan su aceite, lo usan y después lo 'ceden' a Biouniversal, que a continuación lo vende como bien propio a las plantas de biodiésel. Ahí queda eso.

La muy mariana y oleaginosa ciudad de Sevilla, el aceitero mayor del reino andalusí vierte diariamente a través de sus freidoras, cataratas de beneficios (unos 15 millones anuales) directos a los bolsillos de los dos socios que promueven este servicio: Manuel Marvizón, compositor cofrade, director musical de Carlos Herrera y miembro del consejo de la SGAE en Andalucía, y José Antonio Sáenz, el Cani, un perro viejo de la burbuja inmobiliaria que tanto bien hizo a este país. Este señor fue dueño de la empresa 'Agua de Sevilla' e hipotéticamente arruinado; o al menos eso aseguró a Hacienda antes de perder su hotelazo de la Hacienda La Boticaria (valga la redundancia), aunque resulta obvio que el Cani sabe cómo conservar los buenos amigos…


La nueva era del monopolio Biouniversal posibilita que la maquinaria municipal de Zoido pueda lubricar alguna de sus piezas oxidadas. Y lo hace a través de ese sector con mala prensa que a duras penas sostiene la ciudad, el de la hostelería. Miles de pymes obligadas a "ceder" su aceite a cambio de nada, a beneficiar por mandato consistorial a esos ¿conseguidores?¿intermediarios?¿amigos? cuyo único mérito consiste en saber revolotear por Plaza Nueva, vestir la piel de "emprendedores" oficiales y arrimar sus ascuas a la gaviota que más calienta.