27/5/17

Siesta ingesta

No hay siesta que me separe del crudo
mundo donde gritan las horas
donde enloquece el tiempo perdido.

Mi vanidad me escribe tarde
me canta las cuarenta
y yo le digo que son más.

En qué momento estás desahuciado
en el bazar de los hombres fallidos
con la vista atrás
en el cruce de caminos
en lo que pudo haber sido
fuera de este personaje
de este poema desnudo
de presente raído.

Somos parte de este todo
que mientras dura, supura
nuestros episodios cojitrancos
nuestra zozobra simiesca
tan tosca
tan fascinante.