21/10/14

El Cantón Andaluz de Sevilla

Pi y Margall ante un pueblo 'jovenzuelo' que no entiende sus buenas lecciones

Es la Primera República Española (1873-1874) una época tan apasionante como delirante, por la naturaleza revolucionaria y sangrienta de sus hechos. Sucesos como las Revoluciones Cantonales han sido muy escasamente divulgados, hasta el punto de pasar desapercibidos por la mayoría de los que actualmente defendemos la llegada de la Tercera República o el federalismo.

Todo empezieza tras la revolución conocida como  La Gloriosa, iniciada en Cádiz el 19 de septiembre de 1868, y que da inicio a la convulsa etapa del Sexenio Revolucionario  (1868-1874). Tras sucesivos gobiernos y una monarquía parlamentaria (la del rey Amadeo I de Saboya) se proclama la primera República Española en 1873. Es entonces cuando sube al poder el presidente federalista de la Primera República Española, Pi y Margall, que tiene el valor de promover reformas en España hacia una mayor descentralización administrativa y más autonomía de las provincias, con la idea de crear una República Federal "desde abajo" (¿os suena?). Para ello se reconocieron 15 estados federales que, junto al fervor republicanista, provocaron que cantidad de ciudades se declararan cantones independientes: Cartagena, Cádiz, Torrevieja, Almansa, Granada, Castellón, Málaga, Salamanca, Valencia, Bailén, Andújar, Tarifa, Algeciras, Alicante, Sevilla…

El cantón de Sevilla, o Cantón Andaluz de Sevilla, se desarrolla en una primera fase más radical a finales de junio de 1873 y ¡dura dos días! Este primer alzamiento cantonal es protagonizado por los correligionarios del Partido Republicano de Pi y Margall y las clases trabajadoras, que inspiradas por las nuevas corrientes anarquistas bakuninistas y sobre todos de Proudhon, propugnaban el anarquismo en un contexto de República, en el sentido de res publica, o sea, de cosa pública. Todo esto casa bien con las ideas cantonales. Y es que la existencia de anarquistas en Sevilla es notable y a los andaluces nunca nos molestaron los ‘reinos’ de Taifas. Pues eso, dos días dura el cantón hasta que es disuelto por La Rosar, un gobernador civil con mala leche y con 50 soldados. Nadie le hace sombra en su paseo por Sevilla hasta que finalmente arresta a los cabecillas federalistas.

El segundo cantón, de todas maneras, llega bien pronto. La independencia de Sevilla se proclama con el Alcalde, los jefes y subalternos de los voluntarios republicanistas principalmente, nada más y nada menos que el 18 de julio en el Convento de los Terceros Franciscanos. Y es que el conocido edificio, tras la desamortización de Mendizábal, había sido transformado en cuartel. Es allí dónde se crea el Cantón Federal de Andalucía la Baja.

El Cantón andaluz de Sevilla, aceleradamente y entre otras muchas medidas, determina a través de su recién creado Comité de Salud Pública, avances sociales inusitados para la época: Para su funcionamiento se crearon las secciones de Gobierno, Guerra y Hacienda. Se acordó la secularización de los cementerios y el desestanco del tabaco para venderlo a precios populares, se decretó la jornada laboral de ocho horas, o el derecho al trabajo como derecho vital. Asimismo, se determinó la separación de sexos en el trabajo y que los conflictos laborales se resolviesen mediante el advenimiento entre ambas partes. También se creó un batallón de 800 hombres con gorras rojas y alpargatas de esparto que fueron llamados "guías de Sevilla".

El mito de la guerra que perdió Sevilla contra Utrera

España se tira de los pelos ante tanto revolucionario
Tan sólo tres días después de la segunda proclamación del cantón sevillano, un grupo de Voluntarios de Sevilla, comandados por un tal Carreró, se dirige a socorrer a los cantonalistas de Jerez contra la represión militar unionista. Se detienen en Utrera, localidad sevillana que andaba a punto de erigirse en cantón independiente en mitad de la fiebre revolucionaria que invade la baja Andalucía. Los utreranos andan al quite con los resabiados de la capital, que esperan se sumen en buen número a la lucha por la causa federalista hispalense. Utrera arma a 800 hombres para demostrar que no anda por la labor y cuando se reúnen en muy buena onda los representantes cantonales de Sevilla y Utrera, los voluntarios de la República arman la zapatiesta... Un lugareño, al invitarles a marcharse ante su reiterada "intransigencia", provoca que los impetuosos voluntarios griten vivas a la república federal y social, con el consiguiente tiroteo y la muerte de muchos de los allí presentes. Gran parte de los cantonalistas sevillanos acaban en prisión, de dónde son finalmente liberados por las gestiones de los líderes Mingorance y Ponce, que se ven obligados a acudir desde Sevilla con refuerzos y con el diputado por Utrera, Diego Sedas, como mediador. Cada uno de esos prisioneros resultaba indispensable para defender Sevilla de un ataque inminente del gobierno central y antirrevolucionario.

El fin del Cantón Andaluz

Pavía haciendo de soldadito español
El general Pavía, al frente del ejército, rehúsa de mediaciones para atacar Sevilla. Inicia su asalto a la ciudad por la zona más fortificada, intentando provocar lo que él denomina como “calaverada militar”, o una escabechina entre sus propias tropas, que produzca el afianzamiento de la fidelidad de sus hombres y de los que no se fiaba un pelo. Así se las gastaba Pavía. En la misma Puerta de la Carne y aledaños cayeron 300 militares gubernamentales bajo el fuego de la artillería cantonal, lo cual no impidió la ocupación de la ciudad. Cantonalistas mueren muchos cientos más, que por supuesto, no se molestan en contabilizar. El 2 de agosto de 1873 se acaba todo. Pavía, como buen patriota del antiguo régimen, nombró como regidor de las instituciones a republicanos conservadores y a un buen número de monárquicos, desarmó a toda la milicia y reprimió a los cantonales sin miramientos. Se trataba de extirpar el apoyo a la República, y las bases del federalismo con los movimientos de las clases trabajadoras que  los fundamentaban.

El 3 de enero de 1874, el mismo Pavía protagonizaba el famoso golpe de estado, en el que invadía a caballo el congreso de los diputados con la guardia civil. Después, procedió a disolver de la Asamblea. Una coalición de progresistas y unionistas se hizo con el poder y convirtió al general Serrano en nuevo presidente de la República, que en la práctica se había convertido en una dictadura militar.

Llega el momento de la aparición del archicantado Alfonso XII, hijo de Isabel II, quien es presentado como pacificador de España y como la regia figura ideal para rellenar folletines para damiselas, con su sevillana señora, María de las Mercedes, y su tuberculosis mortal. Se abre la decadente etapa del ‘Regeneracionismo’ que duraría hasta 1923.

Pavía pone fin a la 1ª República con la toma del  Parlamento

1 comentario:

  1. Para pesar de España, su violencia no consiguió erradicar el cantonalismo andaluz...
    "La Asamblea del ala andaluza del Partido Demócrata Republicano Federal, liderado por Pi y Margall, tuvo lugar en Antequera (Málaga), entre los días 27 y 29 de octubre de 1883. Allí se aprobó el Proyecto de Constitución o Pacto Federal para los Cantones regionados andaluces, redactado por Carlos Saornil.

    El texto manifiesta una conexión estrecha entre regionalismo, campesinado y superación del concepto burgués de nación. Todo un código político de carácter social y económico que intentaba reavivar el espíritu de 1873 que la manu militari impidió llevar a buen puerto."
    En http://www.publico.es/actualidad/constitucion-antequera-1883-horizontes-pais.html

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