España limita al norte con
Andorra y al sur con Gibraltar. Ambos, paraíso fiscales muy necesarios para la
consumación del saqueo sufrido por nuestro país desde hace décadas, a manos de
sus élites. Ambos lugares, estado independiente uno y colonia británica el
otro, tienen mucha ropa que lavar en el caso de que deban hacerlo, claro. Pero
en esta ocasión, debido a los tristes episodios protagonizados por la casta
catalana, nos ocuparemos del paraíso pirenaico, el Principado de Andorra.
De Andorra se sabe que existe
en algún pintoresco rincón entre las montañas, allá por la cordillera de los
Pirineos. El acervo popular la identifica con su capital principalmente, esa
especie de gran bazar feo, sin mucha personalidad, donde la Españaluña iba
antes a comprar relojes y ahora, móviles o viagras. Un país muy raro, con mucha
nieve y mucho turismo, al fin y al cabo. Y bueno, el imagipatrio colectivo
no anda muy descaminado. Pero amigos, este país esconde más, mucho más, de
hecho vive de sus secretos. Todavía.
Para situarnos, os señalo que
Andorra comparte fronteras con Francia y… Cataluña; De hecho, es el único
estado que habla oficialmente el catalán, y su forma de gobierno es la de un
principado compartido. ¿Cómo os quedáis? Es decir, sus Jefes de Estado
(llamados coprínceps) son desde hace siglos el obispo de Urgell,
actualmente Joan
Enric Vives i Sicília, y el presidente de la República Francesa, que en
estos momentos es Francois
Hollande. Ambos mandatarios tienen un poder simbólico, porque allá
arriba, el que corta el bacalao montaraz es el Cap de
Govern, (Jefe de Gobierno) elegido por un parlamento (Consell
General de les Valls) que se renueva mediante sufragio cada cuatro
años, con conservadores o socialdemócratas, a lo european style. Un
extraño caso de gobierno que, sin embargo le va muy bien, dada su condición de
paraíso fiscal. Por supuesto.
En Andorra operan solo cinco
bancos y aunque sus nomenclaturas confundan, son todas corporaciones autóctonas
de origen familiar (Andbank, Grup Crèdit Andorrà, Banca Privada d'Andorra,
MoraBanc y BancSabadell d'Andorra). Se estima que entre todos manejan un taco
de más de 40.000 millones de euros. El sector financiero
del principado corresponde el 18% de su PIB y da
empleo a unos 3.000 andorranos de una población de 79.000. Desparrama
también sucursales a espuertas por la capital, Andorra la Vella (‘la Vieja’ en
catalán) y por la inmensa mayoría de los coquetos pueblitos del país. Un estado
ávido de divisas extranjeras, que usa como moneda oficiosa al euro y que por lo
tanto, carece de banco central. Un idílico rincón en el que la pela es la ley y
la nieve la excusa. Un principado ideal para esquiar maletín en mano, muy
frecuentado en su momento por Arancha Sánchez-Vicario, Monserrat
Caballé, Judit Mascó y un largo listado de españalanes menos
conocidos, pero mucho más acaudalados.
Una Andorra tan ciega como la "justicia" que nos rodea |
Andorra además es muy lista. Ya
en 2009, junto a sus hermanos de edén: Luxemburgo, Liechstenstein, Suiza,
Mónaco, San Marino y Austria, y tras infinidad de negociaciones con la
UE, logró caerse de la lista
negra de paraísos fiscales de la OCDE. Para lograr este nuevo estatus,
Andorra había firmado un compromiso para facilitar información fiscal, siempre
que fuera bajo una petición “justificada y fundamentada en determinados
supuestos”.
Al mismo tiempo, la poderosa ABA (Asociación de la Banca
Andorrana) lanzaba tranquilizadores comunicados a sus clientes en los que se
adivinaban caricias a sus carteras: “Andorra mantendrá la
confidencialidad de sus clientes” y velará por “la reputación de
Andorra como plaza
financiera internacional”. Y el catalanísimo Jordi Pujol se los creyó,
junto con toda su camada. ¡Pero joder, es que era verdad! No llega a ser por el
chivatazo de un empleado de banca y todos nuestros amigos seguirían esquiando,
como corsarios en celo, por las verdes praderas andorranas, verdes como el taco
que les pierde. Patriotas...
Lo que faltaba, ahora el
paraíso andorrano arde en el candelero español. La UE insiste, el chollo
pirenaico debe acabar en poco tiempo. Ok, la ABA tiene plan B. Los chicos del
Principado se hallan en pleno proceso de expansión, a la caza de nuevos
negocios en España: Lo primero es expandirse a través de la compra de bancos
hispanos (Banco de Madrid, por
ejemplo…) para así, recuperar todo ese pastón procedente de los
patrimonios catalanes retornados a España con la amnistía
fiscal de Montoro. Y lo segundo es lo más fácil, lo que mejor
saben hacer: volverán a ofrecer los servicios offshore andorranos,
sólo que en esta ocasión ejercerán de intermediarios entre sus clientes y esos
paraísos fiscales que aún se conservan ‘naturales’: Islas Vírgenes, Panamá, Las
Caimán… ¿Quién pone vallas al paraíso?
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