La ISLAMOFOBIA o el odio al "moro" existe desde mucho antes de la configuración del estado español, en guerra durante siglos con los bereberes, almorávides y almohades de Al Andalus. Posteriormente y durante un par de siglos, la cruzada fue contra el turco y no hace tanto, España abrió una larga contienda colonial contra Marruecos. El "moro" casi siempre ha sido el enemigo oficial a batir.
Prácticamente, desde la batalla de Clavijo (año 844), el patrón de las Españas es Santiago el Mayor, conocido también en su versión "miles christi", como Santiago MATAMOROS. A menudo, Matamoros era y es representado como defensor del catolicismo frente a todos sus enemigos, turcos, sarracenos, herejes y paganos cuyos cuerpos o cabezas ruedan entre las piernas de su caballo (blanco como el de Santiago). En mayo de este mismo año fue retirada de la misma catedral compostelana, una estatua del santo que de esta guisa buenrrollista presidía una de sus capillas.
Es por esto que no debe resultarnos sorprendente descubrir tras atentados como el de Barcelona, que la ISLAMOFOBIA se encuentra más que presente en el ADN patrio y que sigue formando parte de nuestra cultura, de nuestra educación épica. Será harto difícil cambiar esto. Como ateo practicante, tan sólo os puedo decir que ambos dioses (Alá y Yahveh) nos cojan confesaos, pero que hagan las paces y nos dejen en paz. Ojalá.
